Huertos Heirloom

AGRICULTURA URBANA PARA CIUDADES MÁS SOSTENIBLES

Por Mayra Esteban y Cecilia Armijo

De acuerdo con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) más de la mitad de la población mundial vive hoy en zonas urbanas, siendo la Ciudad de México la quinta ciudad más poblada del mundo. El PNUD estima que para el 2050 la población urbana aumente a 6.5 mil millones de personas, es decir, dos tercios de la humanidad. 

Siempre y cuando sean bien planeadas y administradas, las ciudades pueden ser sinónimo de crecimiento económico, desarrollo, prosperidad e impulso de la innovación. Contrario a esto, las ciudades mal planteadas pueden generar desórdenes económicos, aglomeraciones y contaminación.

La contaminación ha traído consigo problemas de salud, tan sólo en la Ciudad de México se producen al día 13 073 toneladas de residuos sólidos, lo cual genera graves problemas en el suelo, agua y aire. Según la OMS hay 1 millón de personas con enfermedades respiratorias relacionadas con la mala calidad del aire. Aunado a esto los malos hábitos y la calidad de vida han ocasionado que 3 de 10 niños sufran desnutrición y 4 de 10 sobrepeso u obesidad (UNICEF, 2018).

El Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 11: ciudades y comunidades sostenibles, plantea que las ciudades logren desarrollarse y crecer de tal forma que puedan garantizar el acceso a viviendas seguras y asequibles y el mejoramiento de los asentamientos marginales. También incluye realizar inversiones en transporte público, crear áreas verdes públicas y mejorar la planificación y gestión urbana de manera que sea participativa e inclusiva (PNUD, s/f). 

Los desafíos que enfrentan las ciudades para lograr un desarrollo sostenible pueden atenderse a partir de las actividades que todos podamos hacer en conjunto, el suministro de alimentos, por ejemplo, puede mejorarse a partir de nuestra responsabilidad como consumidores. 

La Agricultura Urbana se entiende como las prácticas agrícolas dentro de las ciudades y en torno a ellas, son pequeñas superficies, por ejemplo, solares, huertos, terrazas, situadas dentro de la ciudad, destinadas a la producción de cultivos y la cría de ganado menor, para consumo propio o para la venta (FAO, 2000). 

Entender a la Agricultura Urbana como una herramienta de autogestión y resiliencia, permite a los diversos actores y tomadores de decisiones generar proyectos integrales para las ciudades, que consideren a la población que la habitamos, al ecosistema en el que vivimos y a los sistemas económicos que nos rigen. 


Actualmente los huertos urbanos son una forma factible y asequible de adquirir alimentos nutritivos y frescos y de ayudar a minimizar los daños que ocasionan la agricultura convencional, además de que contribuyen a generar más áreas verdes. 

Podemos dividir los múltiples beneficios de la Agricultura Urbana en sociales, ambientales y económicos, partimos de esta división para entender mejor su alcance. 

Sociales

Combate la pobreza, genera fuentes de empleo dignas y locales, podemos encaminar a las ciudades hacia la seguridad alimentaria y nutricional ya que la calidad de los alimentos se mantiene pues lo que se produce se consume fresco y de temporada.

Una familia puede cultivar para consumo propio teniendo una gran diversidad de hortalizas, hierbas y flores en su dieta, un espacio de apenas un metro cuadrado puede proporcionar 20 kg de comida al año.  

Ambientales

Un huerto urbano mejora el ambiente de la ciudad, crea cinturones verdes, genera y promueve la biodiversidad, los huertos crean microecosistemas para una gran variedad de insectos, aves y algunos mamíferos, sin olvidar que los polinizadores son nuestros principales visitantes. 

En la ciudad puede ser difícil hacer siembra directamente en el suelo; sin embargo, se puede hacer un  re-aprovechamiento de residuos sólidos urbanos, favorecer y fomentar el reciclaje y re-uso de materiales, por ejemplo: contenedores de plástico, llantas o pellets de madera. 

Económicos

Ahorro en gastos por alimentos, las familias urbanas pobres gastan hasta un 80% de sus ingresos en comida, los espacios antes no utilizados pueden aprovecharse para cultivar y generar ingresos, además que los horticultores al estar dentro de la ciudad invierten menos en el transporte, envasado y almacenamiento de sus productos y a su vez promueven la economía local y agregan valor a la producción y mercados de especialidad.

Los huertos urbanos además de generar todos estos beneficios, crean conciencia, valoración y sensibilización sobre el compromiso que tenemos todos por conservar nuestra naturaleza.

Si bien, se necesita de la participación ciudadana y gobiernos, uso de recursos y habilidades disponibles, así como la integración de tecnología para lograr la sostenibilidad en las ciudades, hay diversos esfuerzos e iniciativas para lograrlo. 

Si quieres conocer más de los ODS, te dejamos aquí la liga: 

https://www.undp.org/content/undp/es/home/sustainable-development-goals.html

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